Un día de verano, en marzo de 2010, una doctora de Escocia se reunió con algunos de los mejores atletas del mundo bajo el calor del desierto de Atacama.

Allí la esperaba una de las competencias deportivas más extremas que el hombre pueda imaginar: una carrera individual de siete días y 250 kilómetros a través de uno de los lugares más secos de la faz de la tierra.

Jo Zakrzewski nunca antes había corrido en una competencia. De hecho, participar en Atacama Crossing fue una decisión de último minuto que tomó mientras bebía vino con sus amigos.

Cuando Zakrzewski cruzó la línea de meta, no sólo había dejado atrás a todas las otras competidoras, además lo hizo con cuatro horas de ventaja. De forma inmediata pasó de ser una desconocida en el mundo de la ultramaratón a ser una de las contrincantes más temidas.

"Me sorprendí con lo que pasó," dice Zakrzewski a Chile.Travel. "Todo lo que tenía planeado hacer era ir de vacaciones y correr un poco. No esperaba el resultado que obtuve."
 
   
 

"Una tierra desierta" – La Araucana


No es necesario explicar que Zakrzewski es un caso especial. En marzo, cuando los cerca de 200 participantes se tomen los caminos durante el Atacama Crossing 2013, la mayoría no llegará a la línea de meta y muchos de quienes lo logren lo harán caminando. Comenzando a 3.000 metros sobre el nivel del mar, en el valle del Arcoiris, los competidores deberán enfrentar obstáculos rocosos, dunas, cruces de ríos y el tristemente célebre salar de Atacama antes de llegar al final en el pueblo nortino de San Pedro. 

La altura es una de las principales preocupaciones del sudafricano Ryan Sandes, ganador de la categoría masculina de 2010, a la hora de participar en la carrera.

"La carrera es muy dura y la altura la convierte en una de las cosas más difíciles que he hecho en mi vida," dice Sandes a Chile.Travel. "He pasado bastante tiempo en las montañas Drakensberg en Sudáfrica y entrené por una semana en Bolivia para que mi cuerpo se acostumbrara a la poca presión atmosférica."

Lo tajante del discurso de Sandes no es algo que deba tomarse a la ligera, después de todo él es lo más cercano a una estrella de rock en el mundo de las carreras extremas. En marzo de 2008, Sandes entró con éxito al mundo de la ultramaratón, ganando cada una de las etapas de su primera competencia, que tuvo lugar en Gobi, China.

En los dos años siguientes repitió la hazaña en las carreras Sahara Race, en Egipto, el Atacama Crossing y en The Last Desert en la Antártica, lo que lo convirtió en el primer hombre en ganar cada etapa de las cuatro carreras que forman parte de la serie de los 4 desiertos.
 
 

Belleza brutal


Tanto para Sandes como para Zakrzewski, el Desierto de Atacama es un lugar especial para correr. Según Zakrzewski, quien atribuye su rápido ascenso a la terquedad más que al entrenamiento o la genética, la belleza de la zona hace que sea fácil correr en ella.

 

"Cuando corres por lugares como el Valle de la Luna no se siente el esfuerzo," dice Zakrzewski. "La carrera es tan variada y bella que despeja tu mente del cansancio. Sin embargo, el único lugar donde no pude ignorar mi incomodidad fue el salar, es lo más difícil."

 

Dónde correr en Atacama
 

Además del Atacama Crossing, los aficionados a la maratón pueden abordar varias rutas desde San Pedro. La ruta de la maratón de Atacama (que usualmente tiene lugar en septiembre) incluye carreras en hermosos paisajes junto a la Cordillera de la Sal, a través del Valle de la Muerte, más allá de las ruinas del fuerte Pukará de Quitor y a través de el Valle de la Luna antes de terminar en la Quebrada de Kari, un cañon enorme flanqueado por grandes muros de sal.