Con lagunas, ríos y vegas en una superficie de 48 kilómetros cuadrados, el relieve erosionado ofrece un fabuloso espectáculo al coexistir terrenos ondulados y volcanes, junto a población animal y vegetal nativa.
De esta manera, es frecuente encontrase con bofedales, coirones, paja amarilla, tolas amaja y de agua, flamencos, vicuñas, chululos, zorros culpeos, chorlos de la puna, patos jergón y gaviotas andinas.
Sin duda, visitar el Salar de Tara es una de las excursiones más interesante del altiplano chileno en el área de Atacama donde se aprecian las más claras señales de avances de glaciales y épocas de deshielos. Espacios inhóspitos de magníficos colores y formas rodeados de impresionantes lagunas de variados colores. Está excursión se caracteriza por visitar lugares recónditos de difícil acceso, donde es posible disfrutar la inmensidad y el silencio del altiplano.
En este sector se encuentran estructuras volcánicas y planos ondulados, existiendo declives producidos por la erosión al Este del salar. Permite observación de formas modeladas por el viento de gran belleza como son los monjes de la Pacana, enormes pilares de piedra que se elevan verticales y solitarios sobre la arena del desierto, o bien del el farallón de Tara, una gran pared de rocas talladas por el viento.
En este sector no existen parques naturales protegidos, por lo tanto no hay cobro en las entradas.